La ira es simplemente no gustarle cómo son las cosas o desear que una situación sea diferente. Es un estado emocional que varía en intensidad desde leve irritación hasta la furia intensa o rabia.
La ira hace que su ritmo cardiaco y la presión arterial se eleve y que el cuerpo produzca más hormonas de energía, como la adrenalina y la noradrenalina. Después de un largo período de tiempo la ira puede causar problemas de salud graves para la persona que la experimenta.
La ira puede ser una emoción primaria directa (como resultado de acontecimientos externos) o una emoción secundaria (producido por eventos internos, como usted percibe algo o piensa acerca de una situación específica o los sentimientos que está experimentando).
La ira es una respuesta natural y adaptativa ante las amenazas y por lo general se asocia con agresión que hace que la persona que lo experimenta se sienta fuera de control. Pero las personas que sienten ira no tienen que estar fuera de control emocionalmente y pueden elegir la forma de controlarla. La ira puede ser expresada de una manera enérgica, positiva y constructiva.
Controlando La Ira: 8 Sugerencias Practicas
- Identifique el motivo(s) de su ira
- Relájese Tómese su tiempo
- Conozca los “motivos” de su ira
- Practique una mentalidad hacia la resolución de problemas
- Utilice buenas habilidades de comunicación
- Use su buen sentido del humor
- Cambie su medio ambiente
- No tenga miedo de pedir ayuda
Si hay algo que usted pueda hacer para enfrentar o resolver el motivo (s) de su ira, elabore un plan de acción y seguimiento. Si la situación es algo que no puede ser enfrentado o resuelto, intente reformular la forma de ver la situación o como reconciliar la situación.
Respire profundamente. Trate de contar hasta diez antes de tomar una decisión o tomar cualquier acción.
El ser consciente de sus costumbres o saber las cosas que lo sacan de sus casillas puede ser útil. Trate de evitar o escapar de situaciones y personas que usted sabe que pueden ser problemáticas para usted. Si no puede evitar o escapar de ellos, respire profundo y trate de mantener la calma.
Exprese su energía emocional creada por el enojo de una manera que sea positiva y que traiga resultados favorables para todos los involucrados.
Sea firme, más no agresivo en la expresión de sus sentimientos. Si una o ambas partes involucradas están experimentando una ira extrema, traten de posponer la comunicación hasta que las emociones se enfríen un poco. La ira puede bloquear la comunicación durante una discusión.
No se tome demasiado en serio a sí mismo o a la situación. Use buen sentido del humor para expresar su punto de vista sin necesidad de recurrir al sarcasmo o al cinismo.
Sepárese de la situación por un tiempo para pensar con calma y lógicamente los pasos que tomará a continuación.
Cuando la ira comienza a afectar negativamente su vida y sus relaciones, no tenga miedo de buscar asesoramiento o ayuda de otras personas. Ore por sabiduría y discernimiento en la toma de decisiones y tomar acción.
Por Larry M. Barber, LPC -S, CT (Consejero Profesional Licenciado- Supervisor, Certificado en Tanatología). Traducido por Angela Belton, LPC, CSC (Consejera Profesional Licenciada, Consejera Escolar Certificada)
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