Hable, pero sin enojo.
- El silencio puede matar una relación. Si usted tiene un desacuerdo, necesita hablarlo. El único momento en el que usted debe posponer una discusión es cuando uno de los participantes está demasiado enojado para pensar con claridad o hablar lógicamente. Cuando la ira es demasiado fuerte en una discusión, nadie escucha y nada se resuelve. Tómese un descanso, cálmese y luego hable.
- No trate de “ganar” a toda costa. Cuando un participante gana a toda costa, en realidad nadie gana el argumento. Ambas partes se aferran a sus rencores, y la relación sufre.
- Elimine los insultos. Cuando usted empieza a culpar y a insultar, la comunicación se bloquea y se corta. Cuide su tono de voz porque incluso el decir palabras afectivas, como por ejemplo “querido” pero dicho en un tono equivocado, pueden ser bombas emocionales.
- Mantenga a otras personas fuera de la discusión. El argumento debe ser solo entre las personas involucradas. Cuando otras personas y lo que ellos dijeron o creen se involucran en la conversación, esas relaciones se podrían dañar. Las opiniones de otros raramente cambian las creencias u opiniones de los combatientes.
- No reviva agravios o argumentos pasados. No mantenga una lista de los errores del pasado como armas para el conflicto actual. Por lo general, no tienen importancia en la discusión y sirven como una forma de desprestigiar a la persona con la que se está discutiendo. Está bien aprender del pasado, pero no está bien traerlo una y otra vez.
- Manténgase en el tema. Manténgase enfocado en un tema. Encuentre el problema que desea resolver y concéntrese en eso. No saque a relucir otros problemas y conflictos para probar su punto o agarrar al otro desapercibido.
- No saque a relucir las debilidades de los otros. No saque a relucir los puntos débiles de los demás en su cara. Pueda que usted gane el argumento, pero va a perder más de lo va a ganar. Trate de discutir justamente y no sea demasiado sensible sobre lo que dice la otra persona o cómo lo dice.
- No se vaya a la cama enojado. Termine la discusión. Arrastrar una discusión más del tiempo debido puede ser igual de extenuante como el evitarla.
- Mantenga su sentido del humor. Muchas veces… especialmente cuando estamos discutiendo… nos tomamos a nosotros mismos y nuestra vida demasiado en serio.
- Céntrese en la persona y escuche. La gente quiere ser escuchada. Asegúrese de que usted de la oportunidad de hablar y escuche antes de exponer su caso. No interrumpa ni grite.
- Evite expresiones que empiecen con la palabra “usted”. Manténgase alejado de declaraciones acusatorias como “Usted siempre….” o “Usted nunca…” Esas expresiones ponen inmediatamente a la otra persona a la defensiva y bloquea la comunicación. Las expresiones siempre y nunca son exageraciones y siempre pueden ser cuestionadas por la otra persona. Mejor inicie sus expresiones con la palabra “yo” como por ejemplo: “Yo me siento _______________________ cuando usted _____________________.”
Traducido por Angela Belton, LPC (Consejera Profesional Licenciada)
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